miércoles, 14 de julio de 2010

San Camilo de Lelis (1550-1614)



Fundador de los Siervos de los enfermos.
Patróno de los enfermos, profesionales de la salud y hospitales.
_______________________________



Encontró a Jesucristo en los enfermos pobres, a los que amaba y servía con todo su corazón. Su congregación cuidaba de los enfermos y contribuyó en el saneamiento de Roma y otras ciudades. Enseñaban como prevenir y cuidar las enfermedades. Consideraron la función de la dieta en la salud y enseñaron el sistema de organizar a los enfermos por pabellones. Todo movido por amor a Cristo. San Camilo está enterrado en la Iglesia de Sta. María Magdalena, Roma.
La vida de Camilo constituye un claro ejemplo de la manera cómo Dios sabe transformar, con la libertad y la voluntad que Él nos da, una existencia destinada al fracaso en una auténtica floración de virtudes. Nació en Bucchianico, en la costa del Adriático, en el día de Pentecostés, del Año Santo 1550. Fue hijo único, y ya tardío, y quien vino a llenar de alegría el hogar.

Camilo tenía un carácter duro. Se enroló en el ejército veneciano para luchar contra los turcos pero pronto contrajo una enfermedad en la pierna que le hizo sufrir toda su vida, tenía una llaga que no le acababan de diagnosticar. En 1571 ingresó como paciente y criado en el hospital de incurables de San Giacomo, en Roma. Nueve meses después fue despedido a causa de su temperamento y volvió a ser soldado contra los turcos, arriesgando su vida y los bienes los pierde con el juego.

Un día, mientras caminaba de un convento a otro, sintió la llamada de Dios y cayó en el suelo llorando reconociendo sus faltas y se encomendó a la misericordia de Dios. La conversión tuvo lugar en 1575, a sus 25 años de edad. Desde entonces comenzó una nueva vida de completo amor a Jesucristo. Ingresó a los capuchinos pero la enfermedad de su pierna impidió su profesión. Entonces volvió al hospital de San Giacomo donde se consagró al cuidado de los enfermos. Al cabo de un tiempo llegó a ser superintendente del hospital, sirviendo como con ejemplar caridad. Los hospitales de la época empleaban a personas sin dedicación hacia los enfermos. Esto llevó a Camilo a fundar una asociación de personas deseosas de consagrarse, por caridad, al cuidado de los enfermos

Después de consultar con su confesor, San Felipe Neri, en 1584 decidió recibir las órdenes sagradas. Con dos compañeros comenzó la nueva congregación, los Siervos de los Enfermos, observando una regla común. Iban cada día al gran hospital del Espíritu Santo para asistir a los enfermos. Lo hacían con tanto amor como si curasen las heridas de Cristo. Los preparaban para recibir los sacramentos y morir en las manos de Dios. El Papa Sixto V les aprueba como sociedad sin votos, para dedicarse a los enfermos. Camilo tuvo muchos conflictos, externos e internos, en su tarea. Pero mantuvo siempre el carisma: SERVIR A CRISTO EN LOS ENFERMOS.
San Camilo sufrió mucho toda su vida. Padeció por 46 años por su pierna, que además tuvo fracturada desde sus 36 años. Tenía también dos llagas muy dolorosas en la planta del pie. Desde mucho antes de morir padeció de nauseas y apenas podía comer. Con su herida, con una hernia, con dos forúnculos, con un débil estómago, pasaba horas largas con los enfermos, cuidándoles como una madre, ayudándoles a bien morir, olvidándose de sí mismo, sin apenas comer ni dormir. Así vivía su sacerdocio.

Consideraba el servicio a los enfermos como una acción litúrgica. Tomaba en sus brazos al enfermo como si manejara el cuerpo de Cristo. Acariciaba el rostro del enfermo como si fuera el sagrado rostro del Señor.

Totalmente agotado, cayó enfermo de gravedad. El 14 de julio de 1614 volaba al cielo "su patria", como él decía. Benedicto XIV lo canonizó en 1746. Junto con San Juan de Dios, es patrono de los enfermos y enfermeros.

No hay comentarios: