La fuerza de esta tarea fecunda la realizamos imitando las actitudes de Jesús, teniendo siempre a la Eucaristía como fuente y cumbre de todo nuestro apostolado. La cercanía afectuosa, el escuchar, el ser solidario, compasivo y justo nos hacemos partícipes de compartir como Jesús lo hizo.
Por eso, siempre nos sentimos convocados a seguir ofreciéndonos día a día a que todos puedan tener una vida digna y plena para todos los que nos rodean.
El amor a Jesús Eucaristía "nos atrae hacia sí y nos hace entrar en su dinamismo hacia Dios y hacia el prójimo".
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