Muchas veces esperamos a Jesús caminando glorioso y triunfate en nuestras vidas, pero pocas veces comprendemos que Cristo llega a nosotros de una manera sencilla y humilde como es un niño envuelto en pañales esperando que le tendamos una mano.
El amor de Jesucristo se manifiesta en nosotros en Navidad y durante el año, a través del servicio a los demás especialmente a los necesitados. Su generoso compartir hace de todos un amor hecho servicio.
Feliz Navidad y un Año Nuevo 2011 lleno de paz
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